¿PORQUÉ ESTUDIAR MÚSICA?
Estamos ante un momento de degradación cultural en amplios sectores de la sociedad y, lo que es peor, con la perspectiva de un tremendo empeoramiento de cara a un futuro inmediato.
La música tiene muchas funciones para la sociedad y el individuo, influye en la conducta social y económica, en la identidad personal y en las más profundas emociones. La educación musical es un campo tan amplio y complejo que se relaciona con muchos aspectos variados de la vida. Algunas razones:
1. La música es una materia académica que trabaja unos conocimientos específicos y unas habilidades propias, estableciendo una forma determinada de adquisición del conocimiento y del pensamiento.
2. La inteligencia musical es una de las variadas formas de inteligencia humana que necesita ser educada y desarrollada.
3. La música ofrece una oportunidad única de trabajar la propia expresividad y la creatividad.
4. La música nos da a conocer la historia, las tradiciones y nuestra herencia.
La música desarrolla el sentido psicomotor, infunde disciplina, desarrolla el oído y el sentido del ritmo, educa la voz, enseña historia y tradición. Algo importante debe tener la música cuando en sus múltiples géneros se halla presente prácticamente en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.
La música influye en la conducta del individuo y, algo muy importante, la música también enseña a disfrutar y a enriquecer el ocio.
Enseña a divertirse, ya sea componiéndola, interpretándola o escuchándola, y eso es contribuir a hacer de él una persona inteligente, culta y autosuficiente.
El arte en cualquiera de sus expresiones, permite una comunicación universal
en la que todos de alguna manera, entiende, aprecia y expresa emociones y sentimientos.
Es a través de los lenguajes artísticos como se establece sin
palabras (pero con la participación del sentido estético y de
otras áreas del conocimiento), acercamiento a otras facetas del género
humano.
De igual forma estudios como la teoría de las inteligencias múltiples,
planteada por el neuropsicólogo Howard Gardner, afirman que la inteligencia
musical influye en el desarrollo emocional, espiritual y corporal del ser humano.
Gardner afirma que “la música estructura la forma de pensar y trabajar,
ayudando a la persona en el aprendizaje de matemáticas, lenguaje y habilidades
espaciales”3.
Se podría citar una gran lista de investigadores tanto del campo de la educación, como de la psicología, y de la música que corroboran las anteriores afirmaciones.
A diferencia del lenguaje y la visión que se desarrolla más o menos de manera similar en todos los individuos, la habilidad musical es diferente en cada uno de ellos.
En la medida que se intensifica el trabajo musical, entra en juego la participación del razonamiento lingüístico y lógico-matemático implicando la participación del hemisferio dominante en el proceso de creación, ejecución o audición de una obra musical.
El músico, o el estudiante de música puede realizar una, dos o las tres actividades siguientes: componer (crear), interpretar (re-crear) o escuchar. Para la realización de estas actividades es importante contar con tres componentes de la inteligencia musical que son:
· Plano o componente afectivo (referente a lo asociativo o relacional).
· Plano o componente sensorial (referente a las sensaciones derivadas
a partir del fenómeno auditivo).
· Plano o componente formal (referente a los elementos formales de la
música tanto en la audición como en la interpretación y
en la composición).
El desarrollo musical de los niños entre los 3 y los 15 años atraviesa cuatro niveles: manipulación
sensorial, imitación, interpretación imaginativa y reflexión. Por tanto, la iniciación musical atraviesa los diferentes estadíos, permitiendo el desarrollo no sólo del plano cognitivo, sino también de los planos afectivo y psicomotor
sensorial, imitación, interpretación imaginativa y reflexión. Por tanto, la iniciación musical atraviesa los diferentes estadíos, permitiendo el desarrollo no sólo del plano cognitivo, sino también de los planos afectivo y psicomotor
Básicamente el niño pequeño alcanza el aprendizaje a partir de la imitación. La imitación ayuda a desarrollar en el alumno:
· La observación consciente.
· La capacidad de atención
· La capacidad de concentración
· La asimilación-comprensión
· La retención (memoria próxima y remota)
· La capacidad de evocación
La educación músico-instrumental desarrolla el sentido del ritmo, lo que incide en la formación física y motora del niño, proporcionándole un mejor sentido del equilibrio, lateralidad y motricidad.
El desarrollar el oído no sólo sirve para el estudio de la música, sino para el resto de su formación intelectual. Suzuki4 sostiene que un niño que “oye mucho y bien”, que sabe escuchar y discriminar entre distintos sonidos y tonos, capta mejor los mensajes en la escuela, aprende con más facilidad y llegará a dominar su idioma antes que los niños no educados musicalmente. También asegura que muchos de los niños que se denominan “torpes o lentos” sólo tienen dificultades de audición, y al superar este problema, mejoran rápidamente.
El estudio de la música y la disciplina y continuidad que presupone,
así como el esfuerzo en la consecución de una meta.
así como el esfuerzo en la consecución de una meta.
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